viernes, 30 de julio de 2010



Perfumado camino a Santiago.

{Cosas curiosas que le pasan a uno en el camino}

Por Jeudith Rodríguez.

Cuando voy a Santiago desde Pedro García siempre me llama la atención las diferentes humaredas que a lo largo de la turística Luperón imperan convirtiendo este trayecto como el camino del humo y del perfume, es que cuando uno está en la ciudad generalmente las personas se pueden dar cuenta que venimos de Pedro García por el vendito olor a humo que en el camino se nos pega.

Por que al ir a la ciudad queremos tomar la brisa y con ella nos llega el vendito humo y se nos entrapa en la ropa, adoptando así un olor característico de esta zona montañosa de la región del Cibao.

Por más perfumado, con ropa nueva, bañado y limpio que uno vaya a la ciudad siempre llega con un dejo de olor a humo a carbón a fuego y para colmo en la ciudad nos golpea un candente sol que pareciera derretirnos en plena calle. Una buena opción podría ser andar con una ropa de reserva para cambiársela cuando se esté allá.

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